Como las sirenas en la noche, sola y templada con una de las más incógnitas, saber que estoy pero no estoy sola. Para poder expresar a regañadientes entre mí y yo. Parada en la frontera francesa, hago giro y miro hacia atrás y veo algo que se me pasa por alto que es sin duda las Baleares no las voy a dejar a tras, imposible. Allí tenemos un montón de arenas propias para hacer otra cosa digna de expresar. Son las estrellas del duende.
2 comentarios:
Puis, soudain, France.
Après les Baléares!
No sé si he entendido bien.
Pero Francia, espera.
Ahora Las Baleares.
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