miércoles 07/07/10
Después de pasar la noche bajo ese techo, sin pasar frio ni las humedades propias del mar. De ver los barcos, o mejor dicho las luces de los barcos pesqueros. Decido levantarme antes que el resto de la gente para ver si me lavo la cara y continuar mi camino, mi propósito, mi sueño bien encaminado y rodado. Sin los cantos de las sirenas pero con el susurro de la mar.
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